jueves, 1 de julio de 2010

Ludopatia Primera parte

Después de tanto atraso por x o por Y, Al fin esta la primera parte de esta historia, y como prometí habra hardcore.


Estoy saliendo de la oficia, es viernes en la noche, cerca de las 9 pm... Estoy lleno de energía y quiero ir a jugar...
Creo que iré al casino Paladium.

Decido primero ir al bar, antes de probar mi suerte en el juego.
- Buenas noches Señor, me dijo cortes mente pero a la vez amigablemente el mesero,
-¿desea tomar algo?,
Por un momento lo mire, sus ojos lucían brillantes, quizás había tomado un poco de alcohol, y se notaba ligeramente eufórico, la sonrisa era estridente, su perfecta dentadura hacia juego con sus labios pequeños y rosados, se me antojaron por un momento. Su cara tenia aspecto terso y mate, no era perfecta por aquella pequeña marca que lucia cerca de la frente, pero aun así lucia sensual y sexy para mi y el uniforme lo hacia un fetiche.

-Quiero un vodka con hielo, por favor- le respondí.
Asintió con la cabeza, se marcho y se disipo entre la gante. "Rayos pudo haber pasado algo y solo le dije que quería un vodka" me maldije de mi mala acción, sin embargo, no descarte que me encuentre a alguien mejor, y así fué. Un cuerpo hermoso se atravesó ante mis ojos, era... La mujer mas hermosa que había visto, llevaba una sensual y ajustado vestido, muy ceñido al cuerpo, era azul, cabello negro largo y con un maquillaje muy chic, pero quizás lo que mas me atraía era que... Era mucho mayor que yo.

A mis 24 años, las mujeres mayores eran mi debilidad, su porte, su elegancia, la experiencia era lo que mas me excitaban de ellas, y , a pesar que nunca había tenido sexo con una mayor, estaba muy seguro que seria delicioso.

La vi desde mi mesa recargar su tarjeta, tenía un trasero hermoso, tenía ganas de tocarlo, de apretarlos... Pero mi raciocinio intervino” que cosas estas pensando Darío" me reí entre mi por las fantasías que creaba, y luego, llego mi bebida, era el guapo de nuevo que llego, pero, ya no me interesaba, ahora quería a la mujer del trasero firme.

-Quiero que me digas- le dije al mesero sin pensarlo- aquella mujer del vestido azul, viene sola o acompañada?- apuntando hacia la exquisita...

-Ahhh la Señora Dalila, bueno, últimamente ha estado viniendo al casino con su hija Camila, la señorita de rojo, -y señalo el mesero con un tono de lujuria.

"vaya su hija Camila, lucia muy sabrosa, su vestido rojo, al igual que su progenitora, tenia el trasero firme y una boca, que quedaría justo en mi.

Le di al mesero un billete de 100 y me fui hacia la maquina donde estaban las dos mujeres. Me aproxime lentamente... Como un animal a punto de cazar a su presa, sigilosamente, y con una determinación imprecedente... Y, un olor entro a mi nariz era como a ... Coco, oh dios mio! Era una ligerea y dulce fragancia a coco, me volvió loco al percibir semejante olor, me excito a no más, que casi me la ponía dura. Trate de controlar mi erección, al menos que no se percibiera tanto de mis pantalones, así que opte por quitarme el saco y ponerme el saco en el brazo.

Acomode mi camisa rosa, y desabroche dos botones de ella, mostrando mi cuello y mis pectorales y luciendo aquella cadena de militar que me gustaba, no se porque pero sentía que me traía suerte y me hacia lucir sexy.

Me acerque a la madre, quien me interesaba más e improvise mi entrada.
-Buenas noches, las ví desde mi mesa y veo que parece que tienen mucha suerte, dije con tono grave, y sin titubear.

La mujer no despego ni un momento los ojos de la pantalla, y solo presionaba a cada momento el botón de jugar, y dijo:- ammm ¿si? ¿Eso crees? pues ya llevo jugado 500 y nada mas me ha dado 20 tiros...

Era evidente que ella no estaba ni en lo mínimo interesada en mi, sin embargo, no era lo mismo con su hija. Ella rápidamente intervino.
- No se lo crea, si hemos tenido algo de suerte hace, un momento gane 750 con tan solo ponerle 200 a mi tarjeta.- me contesto amablemente.

Al fin, un punto a mi favor , le estaba interesando a la hija, y era evidente: jugaba su cabellera, mordisqueaba los labios y .... Lo mejor de todo... podia oler el deseo que emanaba de ella. Tenia que saber como jugarla, por que si lo hacia como planeaba ¡podría acabar en un threesome!

-Mucho gusto señorita- le dije con mi sonrisa encantadora, y le extendí mi mano y se la sujete firmemente. Me llamo Darío¿ y usted?

-mucho gusto, soy Camila pero tutéeme por favor, me hace sentir una vieja, si tan solo tengo 18 años.

18 años. Empezó a retumbar en mi cerebro, diablos ¡que delicia! Una niña, una criatura que, manjar seria poseerla, comérmela, hacerla vibrar... Era... lo mas excitante, hacerla mía a esa pequeña.

-Señor, espero no ser impertinente pero... ¿Que edad tiene?-

-26 Camila pero, ¿A que se debe la pregunta?- le dije con una incredulidad fingida.

-Jajajajaj, es que se ve... Muy bien me dijo ruborizada.

-Gracias Camila- me reí pícaramente- pero tu Camila luces hermosa con ese vestido rojo, hace resaltar tus... Y por un instante, que se convirtió una eternidad para ambos, nos miramos fijamente a los ojos... sabía que lo que iba a decirle. Al fin la tenía en la palma de mis manos, era el momento oportuno.
–¡Maldita maquina! Interrumpió la madre de Camila.

-Esta entupida maquina de nuevo no reconoce mi tarjeta- grito de nuevo.

Estaba a punto de sacar la tarjeta... cuando intervine. “Es ahora o nunca”, pensé rápidamente. La tome de la mano y juntos sacamos y metimos la tarjeta, mientras mi pecho permanecían cerca de su cara. Podría ver a través de mi camisa desabotonada mis piel , mis músculos marcado por el ejercicio, libre de cualquier imperfección y podía oler mi vibrante fragancia. “Con Esas tres cosas Consigues a quien quieras.”.. Me decían mis exs, sabían que con eso las y los había seducido y que era irresistiblemente atractivo.

Permanecimos inmóviles por un momento, solo era cuestión de tiempo y me vire hacia su cara, la ví me acerque y le dije sensualmente al oído: -es usted la mujer mas preciosa y exquisita que haya visto, y la quiero para mi-. Me aparte y la volví a ver directamente a los ojos y le di una leve sonrisa...

Solo era cuestión de tiempo...

-Ahemmm yo... Tu... .- Se quedo muda la mujer, no sabia más que decir, y eso era muy divertido para mi, era mas que obvio que no cogia desde hace tiempo y que el sexo seria magnifico con ella.

-Mama ,¿que sucede?- Intervino Camila desconcertada. -¿Estas bien?

-Es... Que, ... Este hombre creo que conoció a tu tío Jorge... -Dijo Dalila.

¡Oh por dios! ¡Esta mujer es mas zorra que quien sabe que!, una excusa, que, si quizás sea poco original, es una invitación al sexo casual. Al fin esa preciosura de mujer será mía.

-Así? Prosiguió asombrada Camila.

-Si, el señor nos acompañara a la casa, parece que era el abogado de tu tio, ¿Que coincidencia, no?... –

¡O diablos!, ¡esta mujer quiere que me la coja ahora!.Sería un placer, por supuesto, y se que lo va a disfrutar tanto como yo.

1 comentario:

  1. Consen!

    por k no la terminaste??

    esta muuuyyy buena ;)

    sorry por leer hasta ahorita pero andaba ocupadilla

    kiero mas! kiero mas!

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